Siempre he querido hacer un musical sobre el cante, el baile y la música de la Jota; el ritmo de mi tierra. Y ahora se ha dado por fin la posibilidad de encarar este tema con los medios y el equipo técnico y artístico, que yo deseaba.
La Jota es una música vigorosa y potente, que ha sido capaz de atraer a compositores de tanto prestigio como: Listz, Saen Saens, Massenet, Falla, Granados, Albéniz, Tárrega o Bretón, y su influencia está presente en la mayor parte de la geografía española, hay jotas en Castilla, Navarra, Valencia, Murcia, Extremadura y Andalucía e incluso permanece viva en Filipinas y América Latina, especialmente en Méjico.
Se dice, y me parece muy gráfico, que “Jota” viene del árabe “Chotar” que significa saltar, aunque evidentemente, la Jota es algo más que saltar; es un ritmo único, alegre y contagioso que con los años se ha ido perfeccionando y que hoy se enseña en academias y escuelas. ¿Pero…? ¿Hacia dónde va la Jota?
Ese es para nosotros el mayor desafío: abrir nuevas posibilidades rítmicas, bucear en la recuperación de ritmos afines, en el pasado y en el presente, y proponer con la ayuda del talento de los artistas, un espectro de posibilidades que, tal vez, indiquen el futuro de este ritmo a las generaciones futuras.
Por eso, mi intención es hacer una película musical en la que se reúna lo mejor que hay hoy día sobre el tema y crear un documento en el que se entremezclen los artistas de ahora con los artistas ya desaparecidos; la ortodoxia y la heterodoxia; las canciones y ritmos ya clásicos y otros que están por venir, para que el espectador pueda disfrutar de la variadísima paleta de interpretaciones que este ritmo nos propone. Una variedad y riqueza que, desde mi modesta opinión, es muy desconocida en nuestro país, y no hace justicia al poderío de este ritmo.
Carlos Saura, abril de 2015
